viernes, 9 de marzo de 2012

El enredo y el querer


El día que te conocí supe que algo pasaría, pero jamás pensé que de ti me enamoraría. Mil veces diría tu nombre para que esto no acabara, ahora está esta historia y nadie puede terminarla. Una noche incomprendida con atrapasueños y misterios, estuve en soledad con una pluma y muchas veces en desvelo. Esa pluma en tu ventana es un recuerdo, del recuerdo de mi cuerpo. Era de plata sin igual, no la consigue nadie en otro lugar. Ese angel guardián, es el que siempre te va a cuidar. Me ves, me sientes y lo peor es que.. No me tienes. Aunque no me tengas que aguantar, suéñame y hazme suspirar, como lo hacías el pasado otoño primaveral. Sabes, sabes que no podrás olvidarme jamás, porque llegué a tu vida con propósito de esta con sangre marcar. Hiciste promesas que no cumpliste, promesas que en el bolsillo metiste. Caiste y levantaste, como una flor marchita con tiempo sin regar. Este cielo sin color, se parece al amor entre tu y yo.

Que extraño es el amor, el que un día conocí y que por idiota deje ir. Que extraño es el cariño, el que poco a poco perdió su brillo. Que extraño es el amor, que extraño es el querer, que por cuestión mía dejé perder. Que extraño es el amor, que extraño es el tocar, que extraña es aquella distancia, que hoy nos logra separar. Que extraña la mirada, que sólo puedo ver a través de una pantalla. Que extraña es la soledad, que es la que me acompaña todos los días, en esta fría y oscura ciudad.

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