Somos el orgullo que nadie se quiere tragar, el libro que nadie quiere leer, el zapato que nadie quiere calzar, el cuerpo que nadie quiere estudiar. Entre esta historia y mucho más, esta vamos a continuar. Sin tenerle miedo al mar, contigo quiero navegar. Desde el cielo y mucho más, desde aquí hasta el altar.
Somos la canción que nadie quiere escuchar, el oxígeno que nadie quiere respirar, la construcción que nadie quiere terminar, el auto en medio de la calle, que nadie quiere reparar. Tu amor por siempre lo voy a valorar, y en mi siempre confiarás. En esta vida nada se puede comprar, y tu a mi nunca me amarás.
Somos la fórmula que nadie quiere despejar, el partido que nadie quiere ganar, la historia que nadie quiere contar, el plato que nadie quiere lavar. Tú y yo logramos distanciados estar, y esto no evita que nos podamos amar. Contigo quiero volar, al infinito y más allá.
En estas palabras, somos eso que nadie quiere que seamos, una pareja feliz, en donde las lágrimas están lejos de aquí. Esas personas que no huyen de la felicidad, y que pronto algún día se van a encontrar. Sin marchar hacia atrás, por este mundo navegar, sin estar pendiente de lo que digan los demás y sin que estas olas de soledad nos logren tumbar.
sábado, 17 de marzo de 2012
viernes, 9 de marzo de 2012
El enredo y el querer
El día
que te conocí supe que algo pasaría, pero jamás pensé que de ti me enamoraría.
Mil veces diría tu nombre para que esto no acabara, ahora está esta historia y
nadie puede terminarla. Una noche incomprendida con atrapasueños y misterios,
estuve en soledad con una pluma y muchas veces en desvelo. Esa pluma en tu
ventana es un recuerdo, del recuerdo de mi cuerpo. Era de plata sin igual, no
la consigue nadie en otro lugar. Ese angel guardián, es el que siempre te va a
cuidar. Me ves, me sientes y lo peor es que.. No me tienes. Aunque no me tengas
que aguantar, suéñame y hazme suspirar, como lo hacías el pasado otoño
primaveral. Sabes, sabes que no podrás olvidarme jamás, porque llegué a tu vida
con propósito de esta con sangre marcar. Hiciste promesas que no cumpliste,
promesas que en el bolsillo metiste. Caiste y levantaste, como una flor
marchita con tiempo sin regar. Este cielo sin color, se parece al amor entre tu
y yo.
Que
extraño es el amor, el que un día conocí y que por idiota deje ir. Que extraño
es el cariño, el que poco a poco perdió su brillo. Que extraño es el amor, que
extraño es el querer, que por cuestión mía dejé perder. Que extraño es el
amor, que extraño es el tocar, que extraña es aquella distancia, que hoy nos
logra separar. Que extraña la mirada, que sólo puedo ver a través de una
pantalla. Que extraña es la soledad, que es la que me acompaña todos los días,
en esta fría y oscura ciudad.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)